A ver si, ahora te voy a odiar un poquito más, ¿sabes? Nunca quisiste arriesgar sin tener certeza de/entender cualquier basura barata que quisiera contarte en plan “es nuestro secreto, pero a mí me hace cosquillas”. Siempre fuiste de salir corriendo queriendo alcanzar el brazo, que parecía hielo, pero que en el fondo solo era agua que se moría por rozar tus labios. Y se acabo. Se acabo sin más. Dejándolo todo sin mordiscos de los que dolían con gusto ¿No?
1 comentario:
eso de morder suena tan extraño y a lvez tab poético como una esdrújula en si,pequeña telefoneadora dormida
Publicar un comentario