21 de noviembre de 2009

Aun no se le había pasado el frío cuando abrió la ventana. El aire húmedo de la noche inundo su habitación y le llego hasta los huesos. Estaba tan harta que ya no sabia por donde salir de todo. Odiaba pensar que la gente pensara que su vida era un cuento de hadas, cuando en el fondo solo era pasado con mezclas de pasión esporádicas. Pero no era capaz de cambiar. La libertad se había convertido en algo más complicado que un agujero negro. No. No. No. Siempre la misma historia, con la misma canción sonando continuamente de fondo. Era imposible seguir engañándose pero también era imposible dejar de hacerlo.
Las situaciones siempre iguales. La cerveza siempre de la misma marca. Y el tabaco para tener algo con lo que entretenerse unos segundos. La falda corta por si las casualidades existían. Y la sonrisa falsa, por si en el peor momento tropezaba, el con quién, no importaba.
Todo era como caerse en el fango y continuar con las botas sucias y cada vez más pesadas.
Los cambios de aire se hacían esperar, y alargar las cosas no solía funcionar, pero lo dejaba, por si acaso salía algo bien... Aunque supiera que no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahora suena incubus y bob marley pero tambien linkin park,sabes mi negra que las canciones cambian solo hay que escoger que cara quieres